lunes, 22 de noviembre de 2010

Voto voluntario e Inscripción automática: dos propuestas vacías sin una reforma al sistema representativo

Nicolás Ocaranza
Equipo de Cambio Político y Reformas Constitucionales



El primer argumento es empírico, sustentado en estadísticas y, por lo tanto, proyectivo. Hay tres estudios de perfil académico –uno de Libertad y Desarrollo, otro de Alejandro Corvalán y Paulo Cox, más la encuesta UDP 2010- que confirman un diagnóstico común: hay una creciente desafección política de los jóvenes pertenecientes a las comunas de menores recursos de la Región Metropolitana (Recoleta, La Pintana, Estación Central) en contraste con los que viven en comunas de mayores ingresos (Las Condes, Ñuñoa) y una decreciente participación en los procesos electorales.

Los datos explicitados por esos estudios permiten cuestionar el argumento de quienes defienden el voto obligatorio apelando a que éste sería una forma de asegurar la igualdad en una democracia representativa entre aquellos ciudadanos de mayores recursos económicos y los más pobres -en el supuesto de que sólo las elites votarían en un sistema voluntario-. Si los datos duros muestran que con el actual sistema electoral de inscripción voluntaria y voto obligatorio ha bajado drásticamente la participación electoral de los jóvenes provenientes de las comunas de menores ingresos per cápita, la pregunta a la que un nuevo proyecto de ley debiera intentar responder es si ese fenómeno es un efecto de la inscripción voluntaria que podría revertirse con la inscripción automática o, si por el contrario, esto responde a una apatía y a un malestar con el sistema electoral y con la clase política.

Desde un punto de vista estadístico, es muy probable que el voto obligatorio aumente la participación electoral de esos miles de jóvenes que hoy se automarginan de las elecciones, pero ¿asegura el voto obligatorio que esa juventud apática elija responsablemente a uno de los dos bloques hegemónicos que han transformado al sistema político chileno en un duopolio? Si un grupo importante de chilenos que cumpliendo con los requisitos necesarios para votar para votar decide no inscribirse en los registros electorales, es lógico pensar que ese electorado se inclinará indudablemente por un voto de rechazo al sistema o deambulará en la permanente indecisión. La defensa del voto obligatorio es otra muestra más de un conservadurismo que pretende obligar al ciudadano en lugar de mejorar su sistema político. Quiénes creen en la obligatoriedad se sienten más cómodos logrando que las ovejas caminen disciplinadas a las urnas en vez de sentarse a pensar en una necesaria transformación del sistema político y electoral criollo. Si bien la inscripción automática y el voto obligatorio podrían mejorar los índices de participación, el sistema político chileno seguirá involucionando y quedará, tal como ahora, en manos de los ciudadanos más antiguos.

Mi segundo argumento se sustenta en una perspectiva ética-política. Pienso que participar en los procesos electorales es un derecho y no una obligación; por lo mismo, ejercer o no un derecho cívico como votar en las elecciones debe ser una decisión libre y soberana de cada ciudadano. Siempre será deseable que la participación política aumente, pues la democracia exige que la mayoría decida quien debe tomar las riendas de un gobierno, pero para que ello suceda debe primar en cada ciudadano un compromiso cívico que lo mueva a participar responsablemente en el juego de la democracia representativa. Desde este punto de vista, el voto voluntario -a diferencia del voto obligatorio- garantiza la libertad individual de cada ciudadano de participar o no en los procesos electorales. Sin embargo, es necesario crear una cultura cívica cuyo objetivo sea promover la participación responsable. Es por ello que el voto voluntario debe ir acompañado de un proyecto que implemente un programa educativo -en la educación básica y media- de valoración de la democracia y que promueva el compromiso cívico de la ciudadanía con la República (ejemplos de esto hay en Francia, Italia, Suiza y EE.UU).

El tercer argumento tiene que ver con la profundización de la democracia, en el entendido de que si se incrementan y perfeccionan los mecanismos políticos (representativos y participativos) aumentará proporcionalmente la participación electoral. Para lograrlo, debemos exigir y fomentar que los proyectos políticos futuros sean capaces de seducir y convocar al electorado, y eso no se logra con la obligatoriedad del voto, sino con partidos políticos que mejoren la calidad de sus propuestas en base a una clase política comprometida con el bien común y no con el interés particular. Esto sólo se podrá lograr cambiando el sistema binominal por un sistema proporcional que aumente la oferta partidaria y termine con el duopolio Concertación-Alianza. La participación electoral aumentaría si se incluyen nuevos mecanismos políticos de democracia directa que compensen el principal déficit del régimen representativo: un Parlamento cada vez más débil deliberando a espaldas de la ciudadanía. Como lo demuestran las experiencias de Suiza, Uruguay y Argentina, estos mecanismos fomentarían un involucramiento efectivo de la ciudadanía en el proceso legislativo y se revertiría con ello la creciente desafección ciudadana de los procesos electorales. Pasaríamos de esa manera a un sistema democrático mixto que no sólo fijaría la iniciativa legislativa en una esfera netamente representativa sino que expandiría su campo de acción hacia una esfera cada vez más participativa y menos dependiente de la agenda del poder Ejecutivo.

Toda reforma al régimen de inscripción electoral debe ir acompañada de una reforma general al sistema electoral, tarea que los gobiernos concertacionistas dejaron pendiente, a fin de cuentas, el sistema binominal les traía más beneficios que perjuicios.





miércoles, 17 de noviembre de 2010

Streaming Directiva (p) PRO




Este jueves 18, a las 20:30 hrs, la directiva (p) del Partido PROgresista, con Marco Enríquez-Ominami, Alejandra Botinelli, Cristian Warner, Carlos De Urresti, Claudia Pérez y Camilo Lagos, realiazrán un conversación online (streaming) sobre las "alianzas electorales o programáticas?". Los invitamos a entrar a la web http://www.losprogresistas.cl , y participar de este debate online.




lunes, 15 de noviembre de 2010

“Para los Progresistas, la lucha por la democracia y la libertad no tiene fronteras ni sesgo ideológico”


Líder del Partido Progresista, Marco Enríquez-Ominami, saludó la libertad de la premio nobel y líder pacifista Birmana, Suu Kyi, y abogó por la defensa de la democracia y los derechos humanos, en cualquier rincón del planeta, y sin sesgos ideológicos.

Como un esperanzador paso en el camino de la recuperación de la democracia, calificó el presidente (p) del Partido Progresista, Marco Enríquez-Ominami, la liberación por parte de la junta militar Birmana, de la activista pacifista y premio nobel de la paz 1991, Suu Kyi. Birmania, sufre una dictadura militar desde el año 1962, y Suu Ky, quién se encontraba bajo arresto domiciliario desde hace siete años y medio, se ha convertido en uno de los principales referentes de la lucha democrática y pacífica por la recuperación de la democracia.

“Para los progresistas, la lucha por la libertad, la democracia, el respeto a los derechos humanos y a las minorías étnicas, no tiene fronteras ni sesgo ideológico. No habrá cálculo político, ni económico, que nos desvié de nuestra preocupación por la libertad y la democracia de todos los países del mundo”, afirmó Enríquez-Ominami.

Para el presidente del Partido Progresista, la gira del presidente Sebastián Piñera por Asia, debe convertirse en una oportunidad para hablar de cómo debiésemos ver la integración de Chile en los mercados internacionales, que incluya no solamente un afán por el crecimiento económico, sino también un profundo respeto a los derechos humanos, la libertad y democracia de los países. “La Concertación perdió la oportunidad de ser clara y categórica al respecto. Se llenó de acuerdos comerciales, asociaciones estratégicas, pero muchas veces, haciendo vista gorda a la situación de derechos humanos y democracia de nuestros nuevos socios comerciales, sobre todo, mientras más grande era el socio”.

“A veces parece irrisorio, que quienes aplicaron la ley antiterrorista a los mapuches, quienes callaron en anteriores giras presidenciales al Asia, ahora exijan pronunciamientos firmes del presidente Piñera. Nos parece bien que se haga, los progresistas no tenemos doble estándar, pero en la Concertación hay muchos que carecen de autoridad moral para pedirlo, ahí está el gran problema”, concluyó Marco Enríquez-Ominami.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Presentación, punto cero.

Inauguro este BLOG, como un espacio para intercambiar ideas, plantear posiciones, compartir información, en este complejo camino que es construir una nueva fuerza política para este país.