Carta de Presentación para el cargo de Vicepresidente PRO

Santiago, 08 de Septiembre 2011

Estimadas y estimados progresistas,

Qué importante paso daremos este 10 de septiembre! Realizaremos las primeras elecciones democráticas de este nuevo movimiento que emerge, de la primera fuerza política de la década del Bicentenario: el Partido Progresista de Chile, el PRO.

Estas elecciones vienen a coronar un trabajo de cientos de progresistas, que recorrieron calles y ferias, para reunir más de 20 mil firmas en las regiones XV, I, II y RM, firmas de mujeres y hombres sencil

los que dijeron basta al duopolio político y que se atrevieron a creer y soñar una nueva fuerza para un nuevo Chile.

Mi nombre es Camilo Lagos, tengo 36 años, estudié en la Universidad de Chile, donde me formé de Economista, tanto en estudios de pregrado como de magíster. Realicé mis estudios secundarios en el Liceo de Aplicación, histórico establecimiento de Santiago.

Mis padres, Ada y Hernán, fueron las primeras generaciones en sus familias en acceder a la Universidad. Hijos de obreros, llegaron a Santiago desde Rengo a estudiar a la Universidad de Chile, entonces Universidad pública y gratuita. Soy de esas familias donde un abuelo obrero pudo criar 6 hijos profesionales. Soy de esas familias que acompañaron al Chicho en cada una de sus campañas, que vibraron con la esperanza de un país que empezaba a construir su futuro, que soñaron con un Chile distinto mientras cada verano partían jubilosos a trabajos voluntarios junto a miles de jóvenes.

Soy hijo de una familia que asumió la lucha dictatorial desde muy temprano. Mi casa fue una casa militante. De reuniones clandestinas, de mucho cigarro, café y nerviosismo, pero de una profunda alegría de saberse haciendo lo correcto. Una familia que forjó amigos entrañables, leales, para toda la vida.

A los 13 años entré al Liceo de Aplicación, ícono de la lucha secundaria contra la dictadura. Corría el año 1987. Ahí crecí, milité y me formé. Fui dirigente estudiantil, presidente y vicepresidente del centro de alumnos. Fuimos los primeros en realizar una manifestación en Democracia, con Ricardo Lagos como Ministro de Educación. Ahí me tocó enfrentarlo y escuchar el discurso de “la medida de lo posible”, cuando nosotros lo queríamos todo.

Aquella fue una generación compleja. Creíamos que a la derrota de la dictadura le vendría una época de cambios y transformaciones profundas. La transición fue aplastante y castrante para esa generación. Verdaderos actores secundarios.

Y llegó el nuevo milenio, y con ello la reflexión de la necesidad de un cambio. Los viejos discursos del siglo XX ya no respondían a las necesidades de una sociedad que hablaba y pensaba con nuevos lenguajes. Urgía re-imaginar la política: Autonomía, descentralización, libertades y derechos personales, horizontalidad, distribución del poder, ciudadanía activa, en fin, nuevos conceptos que buscaban expresión política.

Por eso, no dudé en apoyar a Marco cuando surgió su candidatura. Me sumé con alegria, convencido de que había una posibilidad de construir un nuevo relato político. Ahí nacía un movimiento que sí podía construir un nuevo imaginario, donde las dicotomías del siglo XX, entre izquierdas y derechas, ya no eran suficiente.

Y si bien el 2009 perdimos, todos sabíamos que algo había cambiado. Ya no había vuelta atrás. Y con coraje y convicción acepté gustoso la invitación de Marco a liderar este nuevo movimiento. Y asumí la responsabilidad de encabezar una vicepresidencia de programa en una fuerza que se define programática.

Hemos avanzado, a pesar de los augurios de que no seríamos capaces de construir una nueva fuerza política. Logramos las firmas para ser una fuerza legal, hemos realizado decenas de propuestas, talleres, seminarios, debates. Cumplimos con nuestro compromiso de entrar a la política sobre la base de ideas y propuestas.

Pero aun nos queda mucho por avanzar. Por eso mi decisión de presentarme a estas primeras elecciones internas del PRO, como candidato a Vicepresidente de Asuntos Programáticos. No para refrendar lo realizado durante el 2010, sino para asumir los desafíos que tenemos por delante: La inscripción de las restantes 11 regiones es una prioridad que debemos asumir todos como militantes, y desde mi condición de Vicepresidente, quiero abocarme activamente a cumplir esta tarea. Tenemos que llegar a las elecciones municipales con una fuerza legalizada en las 15 regiones del país, ese es mi primer compromiso, y de seguro será la primera tarea de la nueva Directiva Nacional.

Debemos asumir el desafío electoral municipal, como una gran primaria, impulsando cientos de progresistas a los gobiernos locales, con propuestas programáticas innovadoras y rupturistas, y que se hagan cargo de las demandas locales. Desde la Vicepresidencia de Asuntos Programáticos será esta una prioridad.

Finalmente, mi compromiso para trabar con ahínco y lealtad, para que Marco Enríquez-Ominami sea el próximo presidente de la República. Apoyar en la formación de los equipos que acompañen a Marco y al PRO en esta gesta, será también una de mis prioridades.

Amigas y amigos PROgresistas, he querido presentarme y entregar los principales desafíos que a mi juicio, tenemos por delante. Para terminar, quiero invitarlos a vivir este proceso electoral con alegria y satisfacción por lo logrado, pero con el compromiso de seguir construyendo una fuerza libertaria, fraterna, rupturista e inconforme con lo que está mal, lo haya dicho quién lo haya dicho.

Abrazos afectuosos, y adelante, con todas las fuerzas de la historia !!

Camilo Lagos Miranda